Madrid, 13 de mayo de 2019 (ANCI).- El I Encuentro Iberoamericano sobre Renaturalización de las ciudades celebrado la semana pasada en Ciudad de Guatemala acordó proponer la creación de un grupo de trabajo estable en el seno de la UCCI sobre urbanismo ecosistémico y renaturalización de la ciudad para el aprendizaje conjunto e intercambio de conocimiento y buenas prácticas entre las urbes iberoamericanas.
La propuesta acordada por los participantes en este Encuentro prevé que el II Encuentro se celebre en Lisboa el año próximo, aprovechando la designación de la capital portuguesa como Capital Verde europea para 2020. Además, se propondrá que Lisboa sea candidata a Capital Verde Iberoamericana para ese año.
El I Encuentro Iberoamericano sobre Renaturalización de las Ciudades tuvo lugar de 7 al 9 de mayo en el marco de la Entrega del Diploma Capital Verde Iberoamericana 2019 a la Ciudad de Guatemala, y contó con la participación de representantes de Asunción, Barcelona, Buenos Aires, Ciudad de México, Lisboa, Madrid, Managua, La Habana, San José, San Salvador, Santiago, São Paulo y Tegucigalpa, junto con los de la ciudad anfitriona.
Tras la presentación de experiencias e intercambio de impresiones entre los asistentes, estos concluyeron que nos encontramos ante un nuevo paradigma urbano en el que son claves las siguientes consideraciones:
- Las ciudades, y sus tomadores de decisión, necesitan de un marco conceptual robusto, flujos de información e indicadores, que permitan establecer las líneas de base y las tendencias para definir cuáles son los caminos hacia la sustentabilidad.
- La supermanzana, como unidad mínima de organización urbana, se conforma como una alternativa sustentable de cara a lograr un urbanismo ecosistémico, alimentando un proyecto macro de ciudad para abordar los problemas de manera integral.
- La habilidad de las ciudades para mejorar la calidad de vida de sus habitantes requiere repensar la ciudad desde la aplicación de ciudades basadas en la naturaleza, tanto para la mitigación del cambio climático, como para la adaptación.
- Para poder intervenir en el espacio público es necesario modificar el modelo de movilidad hacia una movilidad sustentable, priorizando el fortalecimiento del tejido social, así como la integración de la naturaleza y la biodiversidad urbana, haciendo de nuestras ciudades espacios de convivencia, seguros y accesibles tendientes a la sustentabilidad y la resiliencia.
- Las ciudades necesitan de espacios verdes en forma de parques, corredores biológicos y espacios destinados a la producción agroecológica saludable con un marcado carácter socializador, inclusivo y didáctico. Esta demanda requiere repensar la forma en que diferentes procesos suceden (ej. producción agrícola, consumo, movilidad, etc.), ya que son las ciudades las que deben enfrentar los desequilibrios ambientales y sus consecuencias.
- La atención a las tensiones urbanas y ambientales debe ser orientada a aumentar las soluciones integrales que no agudicen las desigualdades y desequilibrios territoriales, ecosistémicos y sociales, de cara a lograr una resiliencia equitativa e incluyente.
- Es necesario entender que en un proceso dinámico de gestión de la ciudad, las soluciones deberán apoyarse en métodos, concepciones y estrategias integrales que demuestran ser las más aptas para este tiempo y que logran conciliar el choque de intereses y los anhelos de los colectivos ciudadanos, en los territorios en que estén contrapuestos. ANCI