Madrid, 26 de noviembre de 2018 (ANCI).- La red de plataformas de participación ciudadana que usan Consul, el software libre en el que se basa Decide Madrid, continúa sumando miembros en todo el mundo. Ya son más de 100 instituciones de 33 países las que han adoptado esta tecnología, entre ellas la ciudad de Quito, que el pasado 22 de noviembre firmó un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Madrid en el marco de Consulcon 2018, un encuentro de trabajo colaborativo y conferencias técnicas alrededor de esta plataforma, en el que participaron siete urbes de la de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), además de Madrid, anfitriona del evento.
Representantes de Asunción, Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Lisboa, Montevideo y Quito participaron en Consulcon 2018, un buen indicador del creciente interés de los Gobiernos locales y de la propia ciudadanía por las herramientas digitales para promover la participación ciudadana.
Tan solo dos meses después de su lanzamiento, Quito Decide cuenta ya con 2500 personas registradas, lo que es “un reflejo de que la gente estaba esperando un tipo de herramienta como esta, que permita y facilite la participación y dé un salto a lo digital”, asegura María Belén Aguirre, secretaria general de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana de la capital quiteña y una de las presencias destacadas en Consulcon 2018.
“En las ciudades latinoamericanas y específicamente en las ciudades andinas tenemos procesos socio-organizativos desde hace muchos años y, evidentemente, los seguiremos fortaleciendo, pero Quito Decide está dando respuesta a los nuevos ciudadanos que han nacido y viven en la nueva era digital”, recalca María Belén Aguirre. Buena parte de estos nuevos ciudadanos son jóvenes y mujeres, principales usuarios de las redes sociales y a los que se ha dirigido gran parte de los esfuerzos en publicidad.
A pesar de ser una herramienta muy reciente, Quito Decide se está utilizando para dar más transparencia a los resultados de las vocaciones ciudadanas presenciales. “Vamos a exponer proyecto por proyecto, por parroquia y por zona para que se vea la ejecución de ese proyecto, el monto destinado, la ubicación e incluso una fotografía del antes del después –explica Aguirre– y así la ciudadanía puede hacer un seguimiento, aplicar un control sobre la gestión municipal e informarse correctamente”.
Montevideo Decide es otra de las plataformas creadas a partir de Consul. Está activa desde el pasado mes de enero y cuenta ya con 12.000 usuarias/os. Según su coordinadora, Celiana Barolin, este año se está dedicando a adaptar el software a las necesidades específicas de la capital uruguaya. Han puesto en marcha un módulo para que la ciudadanía presente ideas y consiga apoyos; aquellas que logren los apoyos requeridos pasan a una fase de estudio para determinar su viabilidad. “El 1 de diciembre entramos en la última fase, que es la votación de ideas que son viables, que al igual que en Madrid, no compiten entre sí”, precisa Barolin.
La introducción de la participación ciudadana en la fase de evaluación de la viabilidad está resultando compleja pero positiva. La Intendencia organiza encuentros entre los responsables políticos y las personas proponentes para llegar a un consenso. “Que sean los propios directores los que les estén dando respuestas es algo muy bien valorado por los usuarios”, asegura Celiana Barolin, presente en Consulcon 2018 para compartir su experiencia.
Buenos Aires Elige también se basa en la tecnología Consul. La voluntad política es que todo el Gobierno “pase por procesos participativos, por ello tenemos iniciativas en el área de transporte, medio ambiente, cultura, educación, salud…”, enumera Manuela Maunier, directora de Comunicación del Gobierno Autónomo de Buenos Aires.
Una de sus iniciativas, la consulta para modificar o no el horario del subte (metro) puso de manifiesto la necesidad de combinar las herramientas de participación presenciales y digitales. “Hubo votaciones con herramientas y también fuimos a las bocas del subte –explica Maunier– primero porque hay gente a la que no le interesa o no sabe utilizar herramientas digitales, sobre todo la población mayor”.
En Buenos Aires también han constatado la gran cantidad de apoyos que ciertas personas a título particular son capaces de lograr en torno a una idea. Una propuesta para implantar una herramienta predictiva para los horarios del transporte público y un proyecto de reciclado lograron situar ambas medidas en lo más alto de la agenda del Gobierno municipal. “La escucha activa siempre ayuda a las políticas públicas –apunta la Directora de Comunicación Participativa–; quizá la primera propuesta que haga un vecino no es la propuesta acabada, pero sí da un puntapié para pensar nuevas ideas y que todos trabajemos para tener una ciudadanía más comprometida y mejores políticas públicas”.
Aunque la cultura de la participación tiene todavía un largo camino por recorrer, la tecnología está ayudando a acercar el debate a la sociedad. “Ellos mismos [los usuarios] nos han ayudado a mejorar la herramienta; hemos hecho talleres para mejorar la usabilidad de la plataforma en aspectos que ellos y ellas entendían que no estaban funcionando bien”, explica Celiana Barolin.
En Quito, la experiencia es muy similar, como expone María Belén Aguirre: “Más allá de que haya sido financiada por el Municipio, la apuesta es que sea la propia ciudadanía la que enrumbe los resultados de la plataforma”, razón por la cual han decidido que “haya muy pocas imágenes o logotipos institucionales, lo que es una apuesta y un compromiso político con que sean la ciudadanía la que maneje estos procesos”. ANCI
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