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Madrid, 31 de enero de 2018 (ANCI).- Hoy tuvieron lugar en Madrid las «Jornadas sobre Cooperación Integral entre Ciudades Iberoamericanas: diálogo entre actores», en el marco del XII Encuentro de directoras/es de relaciones internacionales y coordinadoras/es de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) y en la segunda parte del evento se presentó el contenido de algunos de los Programas de Cooperación Integral (PCI) de la UCCI.
José Antonio Mancebo, coordinador de Cooperación de la UCCI, moderó el debate subrayando la importancia de la corresponsabilidad de la Agenda de Desarrollo Sostenible y la necesidad de hacerlo en asociación con otras ciudades. Además, se refirió a la necesidad de concertar una acción internacional más fuerte entre las municipalidades para exigir una mayor presencia en la mesa global. Precisamente, como señaló Mancebo, una de las líneas que más se demandó desde las ciudades para los PCI fue el de fortalecimiento de la internacionalización de las ciudades para incrementar la asociación.
El coordinador de Cooperación de la UCCI estuvo acompañado por representantes de siete capitales iberoamericanas: Quito, Montevideo, Ciudad de México, La Paz, Asunción, Bogotá y San José. Cristian Espinosa, director metropolitano de Relaciones Internacionales de Quito, narró la experiencia de la capital ecuatoriana en Habitat III y cómo a través de la alianza AL-LAs se presentó al secretario general de la ONU lo que significaba participar en la mesa global. Espinosa también remarcó la importancia de ir más allá de la agenda ODS, incorporando cuestiones como el derecho a la ciudad.
Además, en el camino de la incorporación de otros actores, el representante de Quito se refirió a las posibilidades que dan las redes para que las ciudades “vayan atando nudos” en sus acciones, ligándose para tener más fuerza en la negociación hacia los gobiernos nacionales.
Por su parte, Nelson Fernández, director de Relaciones Internacionales y Cooperación de Montevideo, se refirió a las necesidades de traspasar más fondos desde los gobiernos nacionales a los gobiernos locales “puesto que son los que están más cerca de la ciudadanía”. Aludió, en este marco, a que también los grandes accionistas de los bancos de desarrollo son los gobiernos nacionales y a que las necesidades de la Nueva Agenda Urbana implican la exigencia de más recursos de los que hoy en día soportan los gobiernos locales.
Para el representante de Montevideo existen tres caminos para financiar esta agenda: mejorar la recaudación, gastar mejor y crear un ecosistema de financiamiento de gobiernos locales. Explicó el camino que ya se ha andado desde Mercociudades, pero reconoció que todavía queda mucho por hacer para lograr el financiamiento que se precisa para cumplir los ODS: “La sostenibilidad ambiental en la ciudad, ya sea para compra de buses eléctricos o mejorar la eficiencia del transporte público, necesita financiamiento”.
La nueva constitución de Ciudad de México, que entrará en vigor el 5 de febrero, fue el centro de la alocución de Arlette Cortés, subdirectora de Cooperación Bilateral y Descentralizada de la capital mexicana, al referirse al derecho de la ciudad. En el proceso participativo para el diseño de esta constitución participaron ONGD, instituciones académicas y otros sectores de la sociedad mexicana, y se tuvo en cuenta el enfoque de derechos humanos. Cortés ofreció a otras ciudades el compartir su experiencia de construcción de un programa de derechos humanos basado en su experiencia y añadió: “No puedes generar política pública si no tienes participación ciudadana”.
Gustavo Candia, asesor de cooperación técnica de Asunción, se refirió a algunos problemas que la ciudad todavía tiene que enfrentar: “Asunción tiene un sexto de la población con sus casas inundadas por los efectos del cambio climático”. También se refirió a la necesidad de incorporar, como lo está haciendo el gobierno de su ciudad, a otros sectores sociales, a las personas que finalmente van a terminar beneficiándose de la intervención en las políticas públicas. En el PCI de Asunción, además de Madrid, participa Montevideo, en una iniciativa triangular.
Valentina Weiser, directora distrital de Relaciones Internacionales de Bogotá, apuntó que la felicidad se sitió en el centro del plan de gobierno a partir de tres pilares: construcción de cultura ciudadana, igualdad en la calidad de vida y movilidad urbana. “En Bogotá se enfoca el trabajo en relaciones internacionales muy de la mano de las buenas prácticas y con una gestión enfocada a resultados”. En el PCI de Bogotá, alineados con estos tres ejes, se trabaja con Madrid y Barcelona en una herramienta tecnológica para perfilar a los vendedores informales de la ciudad para mejorar su calidad de vida. Más de 50.000 familias viven en Bogotá de este tipo de economía informal.
Otro de los pilares del PCI de Bogotá es el intercambio de experiencias con Madrid que ayude a la puesta en marcha de una veeduría pública que permita a la ciudadanía dar seguimiento a las promesas de política pública hecha por los funcionarios municipales.
Otro de los participantes fue Jorge Arturo Villalobos, director de Relaciones Internacionales de San José, quien se refirió a que los países centroamericanos todavía han avanzado muy poco en el proceso de descentralización y por eso los municipios siguen enfrentando retos muy fuertes en este sentido. Además de estar trabajando dentro del PCI para fortalecer las oficinas de asuntos internacionales, también se está poniendo en marcha acciones que tienen que ver con el uso social activo del patrimonio cultural y patrimonio natural en el ámbito urbano. El proyecto Naturbar consiste en recuperar las cuencas que limitan la capital al norte y al sur y hacerlas amigables a la ciudad para que no sigan de espaldas a la misma. También en el PCI se está trabajando en una red de personas de la tercera edad para voluntariado.
Óscar Angulo, director de la Agencia de Cooperación Municipal de La Paz quiso recordar que los PCI apuntan a la mejora de la vida de la ciudadanía a través de los ODS, que son un medio para llegar a las personas que habitan las urbes. “Dar un nuevo sentido a nuestras ciudades, a su institucionalidad, porque ahora somos ciudades globales”, subrayó.
Angulo contó la experiencia de cómo se creó una agencia de cooperación municipal para poder enfrentar esos nuevos retos y cómo se generó una estrategia de intercambio de saberes desde dos puntos de vista: cómo se hacen las políticas en La Paz y después cómo se hacen en otras ciudades. A partir de ahí se identificaron los modelos exitosos con criterios de validación, como el que sean replicables. Además, añadió, “es importante que puedan regularse, sistematizarse y tener funcionariado formado y con capacidad para transferir ese conocimiento”. “UCCI nos ayuda a articular estas prácticas entre ciudades iguales, no en cuanto a PIB o a que se sitúen en norte o sur, sino iguales en lo que se refiere a compartir valores y principios”, agregó.
En definitiva, fue una jornada que dejó clara la voluntad de las ciudades de aprender unas de otras y replicar también lo aprendido y otras buenas prácticas. UCCI trabaja impulsando y dinamizando las buenas prácticas entre ciudades. Como apuntó el representante de Montevideo: “Las ciudades no tenemos todas las soluciones pero tenemos todos los problemas, y una ciudad global es aquella que reconoce que hay un mundo más allá con problemas parecidos y soluciones a veces mejores y otra perores, y ese mundo funciona en redes”. ANCI
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