En el marco de las celebraciones se desarrollaron diversos proyectos que generan transformación social, integran la memoria de sus habitantes y exaltan su multiculturalidad. Eventos como Ciudades de agua: Shanghái, intervención pública fruto de un convenio de intercambios culturales entre Panamá y otras ciudades portuarias del mundo; el concierto Divas del Mundo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora; el Festival MUPA, una plataforma artística y una ventana de exposición para los músicos panameños emergentes y artistas multidisciplinares panameños; o el Festival África en América, dirigido a resaltar la cultura afro en Panamá.
Se distribuyeron, además, 500 pruebas de ADN entre los habitantes de la ciudad para establecer una cartografía sobre la diversidad y descubrir la ancestralidad de los residentes del distrito capitalino.
La distinción de Ciudad de Panamá como Capital Iberoamericana de las Culturas transformó la ciudad, permitiendo cambiar el imaginario y reinventarse como una ciudad creativa. Esto es un punto de partida fundamental para generar nuevas oportunidades económicas a través del turismo, atraer nuevos talentos y facilitar el acceso a la cultura y la mejora de los equipamientos culturales.
Una puerta al futuro que tiene a la cultura como motor de transformación.