Madrid, 4 de noviembre de 2019 (ANCI).- La Organización de las Naciones Unidas confirmó que Madrid será la sede de la próxima cumbre del clima (COP-25) después de que Chile rehusara recibirla por la ola de protestas que vive el país. “Madrid está en condiciones y en un tiempo récord, apenas 30 días, de ser el centro del mundo durante los diez días que va a durar la Cumbre Mundial del Clima”, aseguró el alcalde de la capital española, José Luis Martínez Almeida.
Chile renunció el pasado miércoles a ser el país anfitrión de la COP 25 en vista de la difícil situación que atraviesa el país, en el que habrían fallecido 18 personas durante los últimos días en las violentas protestas que ha vivido el país sudamericano, según los informes que maneja la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Una vez formalizada la renuncia, el Gobierno de España se ofreció a que la cumbre se celebrase en Madrid, ciudad en la que tendrá lugar del 2 al 13 de diciembre.
Cumbre sobre la Acción Climática ONU 2019
Las emisiones a nivel mundial están alcanzando unos niveles sin precedentes que parece que aún no han llegado a su cota máxima. Los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3 °C desde 1990. Los niveles del mar están subiendo, los arrecifes de coral se mueren y estamos empezando a ver el impacto fatal del cambio climático en la salud a través de la contaminación del aire, las olas de calor y los riesgos en la seguridad alimentaria.
Los impactos del cambio climático se sienten en todas partes y están teniendo consecuencias muy reales en la vida de las personas. Las economías nacionales se están viendo afectadas por el cambio climático, lo cual a día de hoy nos está costando caro y resultará aún más costoso en el futuro. Pero se empieza a reconocer que ahora existen soluciones asequibles y escalables que nos permitirán dar el salto a economías más limpias y resilientes.
Los últimos análisis indican que, si actuamos ya, podemos reducir las emisiones de carbono de aquí a 12 años y frenar el aumento de la temperatura media anual por debajo de los 2 °C, o incluso a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, según los datos científicos más recientes.
Por suerte contamos con el Acuerdo de París, un marco normativo visionario, viable y puntero que detalla exactamente las medidas a tomar para detener la alteración del clima e invertir su impacto. Sin embargo, este acuerdo no tiene sentido en sí mismo si no se acompaña de una acción ambiciosa.