[:es]Editoriales independientes debaten en Ciudad de México cómo superar las barreras que impiden un mayor intercambio [:]

[:es]Ciudad de México, 16 de octubre de 2017 (ANCI).- Bajo el título, “Bibliodiversidad en las ciudades iberoamericanas abiertas al mundo”, la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) y el Ayuntamiento de Madrid celebraron el pasado 14 de octubre un conversatorio con editores y editoras madrileñas y mexicanas para debatir cómo hacer frente a las fronteras que todavía perviven para que los títulos de editoriales independientes no puedan circular con facilidad por el espacio iberoamericano.
En el acto, que tuvo lugar en el Centro Cultural de España en México con motivo de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, José María Espinasa, director del Museo de la Ciudad de México (Secretaría de Cultura de CDMX), manifestó que en la actualidad hay mucho desconocimiento en su país de lo que se escribe en España y viceversa, de ahí la importancia de estos intercambios para buscar formas de colaborar entre editoriales independientes y demandar el acompañamiento de políticas públicas que lo favorezcan.
Espinasa también hizo referencia a que en México, de cada 100 libros, 78 tienen dinero del Estado, lo que crea una distorsión en el mercado. “México es uno de los países que gasta menos per cápita en librerías. El apoyo a la política del libro fue gratuita y después ya no se supo como salir de ahí, pero hay que subrayar que en el terreno de edición de independientes el subsidio no suele intervenir en qué títulos se publican. De hecho hay muchas editoriales mexicanas independientes que son furiosamente críticas con el Estado”.
Para José María Espinasa, el repunte de librerías independientes en España es muy positivo y habría que buscar que lo mismo pase en México. “Creo que el libro independiente español sí debe venir a México y hay que buscar cómo y encontrar los aliados directos, como ya lo está haciendo la editorial Nórdica creando alianzas directas con editores mexicanos.
En la inauguración del conversatorio, Miguel Utray, director del Centro Cultural de España en México, aludió al papel de la UCCI y de la cooperación española en la promoción del espacio cultural iberoamericano.
Asimismo, los representantes de las seis editoriales independientes insistieron en las dificultades a las que tienen que hacer frente para que sus libros lleguen a México. David Villanueva, de Demipage, hizo referencia a la política de precios. “Los libros que traemos a México no tiene en cuenta el precio de la producción, porque no pueden competir con los de México”. En este sentido, José María de la Quintana, de Amargord, editorial que cuenta con una recién estrenada oficina en México, señaló que los libros que vende en la FIL del Zócalo no pueden tener en cuenta los costes del transporte ni de las aduanas. Quintana también aludió a la competencia de las imprentas chinas que para reducir costes instalan sus imprentas en medio del mar.
Siguiendo con este argumento, David Gámez, de Traficantes de Sueños, señaló que la desaparición de las artes gráficas del tejido productivo de un país está relacionado «con cuestiones que tienen que ver con la pérdida de soberanía”. Para Gámez, el problema se solventaría si se incentivara el uso de imprentas del propio país: “Si al imprimir en una empresa mexicana tuvieras algo más de ayuda, ello implicaría más apoyo a tejido productivo, creación de puestos de trabajo, etc. Como editores, nuestro papel no es solo vender libros, si no ir más allá, siendo más activos”.
Traficantes de sueños también está buscando posibilidades de impresión en México. Para llegar a mayor número de lectores en español, pone disponible sus títulos en libre descarga en pdf. “Eso nos sirve para darnos a conocer en América Latina de una manera que por tirada sería imposible. Nos sirve para hacer imagen de marca en la editorial y tener retornos fuertes, como donaciones, suscripciones o la venta de libros en ferias como la FIL del Zócalo. El 60% de retornos económicos directos están fuera de canales comerciales. También se nos abren espacios como Todo libro político, que nos permite tener presencia en la FIL de Guadalajara o en la FILBA bonaerense”.
David Gámez también se refirió a la posibilidad que pueden tener los libros de editoriales independientes en España o México. “En México hay un problema claro debido a que el apoyo del Estado no se hace desde una mirada integral que complemente la edición con la promoción de la lectura o el incremento de las bibliotecas. Además, hace imposible la sostenibilidad de un proyecto más allá del Estado. Estás trabajando por debajo de los costes, por lo tanto tu producción es nula y siempre dependiente. Además, por otro lado has favorecido la inflación en la producción y ciertas editoriales que viven en esa ficción de tener libros de muy buena calidad a bajo precio. Por no hablar de que grupos como Prisa se han forrado del espolio del dinero público en algunos países lationamericanos”.
Para finalizar, Hugo López Castrillo, de Brumaria, hizo un llamamiento a la necesidad de crear alguna plataforma en el ámbito iberoamericano que sirva para resolver parte de los problemas que afrontan las editoriales independientes.
Desde el convencimiento del papel central de la cultura en la Agenda 2030, y en especial del valor de la diversidad cultural en la promoción de la creatividad en el desarrollo sostenible, la UCCI acompaña de este modo los intercambios entre creadoras y creadores iberoamericanos, así como el fortalecimiento de las industrias creativas. ANCI
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