[:es]La capital argentina usará tobilleras geolocalizadoras, que marcan la ubicación de una persona, para tratar de garantizar el cumplimiento de órdenes de alejamiento contra acusados y condenados por violencia machista.
El sistema se pone en marcha tras la orden de un juez o fiscal, previo análisis de las condiciones de la medida impuesta. Tras superar el proceso de revisión, se entrega a la víctima un receptor que marca su posición y alerta infringe la orden de alejamiento. Además, cuenta con un «botón del pánico» por si esto sucede.
Por su parte, el dispositivo de quien debe cumplir con el alejamiento va acompañado de una ‘Tobillera Mujeres Seguras’ que le permite recibir mensajes de advertencia y alertas visuales en caso de que rebase el perímetro establecido. Si se llega a dar una situación de urgencia, este puede ser localizado y contactado por las autoridades.
En este caso de emergencia se activa el aviso «agresor muy cerca» y se alerta a una unidad móvil judicial para que impida el acercamiento. A la par, desde el Centro de Monitoreo y Gestión de la capital argentina se establece contacto con el agresor para tratar de persuadirlo de que se retire de la zona, indican las coordinadoras del mismo, Agustina Vlachovsky y Josefina Tabbi. «El programa cuenta con personas operativas 365 días al año 24», aseguran las coordinadoras.
Estas tobilleras también serán aplicadas a presos que cumplen su condena en régimen de arresto domiciliario. Desde el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se destaca que este proyecto tiene un rol «auxiliar de la Justicia».
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