San Salvador, el sueño de iluminar un país

«Un San Salvador que ilumine, que sea un faro, que sea un ejemplo». De ese San Salvador, habló durante su participación en el Encuentro Iberoamericano sobre Desarrollo Sostenible su director de Desarrollo Municipal, Mario Durán Gavidia quien expuso los nuevos proyectos y los retos pendientes de la alcaldía.
Un pasado duro, un presente marcado por la violencia, sin embargo, el mensaje que transmitió Durán tenía una palabra clave: sueño. El sueño que transmitió durante su intervención en la que habló de medidas como iluminar la capital de El Salvador con 30.000 luces led de bajo consumo; regalar tres millones de árboles, con los que crear un ‘pulmón urbano’ para devolver algo a la naturaleza’; o generar espacios públicos como canchas deportivas. Con estas medidas, Durán aseguró que aspiran a crear espacios públicos, a hacer caminables sus calles. «Gracias a la existencia de luz a las calles hay gente que sale a la calle, que puede disfrutar de una cena con sus vecinos», aseveró.
Sin embargo, los retos ambientales aún tienen un recorrido pendiente en San Salvador. «La ciudadanía sabe que hay un problema, pero no lo ve. No ve las toneladas de residuos que producimos a diario». Además de enunciar el problema, Durán aseguró que hay soluciones como implementar sistemas de reutilización y reciclaje que permitan transformar los residuos en fertilizantes, por ejemplo. Y la ciudad, sola, no puede asumir el reto. De este modo, en pos del desarrollo sostenible, Durán no dudó en proponer el diálogo, con la ciudadanía y con el gobierno central.
«Queremos acabar con la polarización histórica», aseguró para incidir en la necesidad de un diálogo con el gobierno central que permita no solo la transferencia de fondos o competencias mediante un proceso de descentralización, también de conocimientos y reconocimientos. Concretamente, el reconocimiento como un actor con el que trabajar, con el que poder promover programas entre lo local y lo nacional que puedan enfrentar retos como los medioambientales; que permitan a San Salvador hacer realidad el sueño de ser esa ciudad «que ilumina, que es un faro, que es un ejemplo», aunque para eso, reconoce Durán, hay que trabajar y, especialmente, dialogar, entre todos, el camino para hacerlo.