Hay que salvar a los jóvenes, a todos, de la violencia, dijo la copresidenta de UCCI y alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Minutos más tarde, su par parisina, Anne Hidalgo, reivindicaba el pragmatismo de ser humanista. Ambas se comprometieron a trabajar contra ella y dejaban claro, junto a otros invitados internacionales, que la vida solo es vida si hay paz. Todo esto en menos de una hora, en la presentación del Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y La Paz del que será sede Madrid entre el 18 y el 21 de abril de 2017.
Entre los invitados destacan el director de Relaciones Internacionales de Montevideo, Nelson Fernández, los alcaldes de Brazzaville, Hugues Ngolulondele; de Trípoli, Kashid Jamali Rashid, o de Granollers, José Mayoral. Así como representantes de Bogotá, Carlota Almeciga y de Medellín, María Luisa Zapata.
De este modo, el panel de expertos en el que se convirtió la presentación del Foro tuvo un mensaje claro: estamos contra la violencia. No solo contra ella. Los allí presentes entienden que la violencia no se soluciona, no termina, con más violencia. Por ello, en el marco de la organización de este Foro, los alcaldes y las autoridades implicadas retan a pensar cómo vencer a la violencia para ganar la paz.
Para ello han de ser flexibles pues la violencia lo es. Se refleja en lo urbano cuando existen zonas donde se segrega a la población menos favorecida de la urbe, cuando se priva del espacio público, cuando se llega a que, por ejemplo, la noche sancione a la mujer. Ante esto la ciudad tiene que trabajar unida, debe ser consciente, quienes la hacen y la gobiernan, que en ellas, en sus vidas, el miedo no tiene espacio. Así lo destacaba la alcaldesa parisina quien reivindicó el espacio público como un espacio de enriquecimiento, de generación de oportunidades, no de temor.
Todo ello para adquirir el compromiso de «proteger de la violencia», para dar una respuesta a si se puede vivir plenamente con violencia: no.