La Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) representada por su directora general, Ana Román, volvió ayer a servir de puente entre ciudades y culturas al impulsar una de las tradiciones más especiales entre la ciudad de Madrid y la ciudad de México. Sesenta y seis años de hermandad y unión representadas por estas rosas que florecen en el Parque del Retiro y que Román entregó a la tripulación del vuelo de Iberia con destino a la ciudad de México. Las rosas cruzaron el océano Atlántico la pasada noche como ofrenda a la Virgen de Guadalupe y serán depositadas a los pies de la santísima Virgen en su basílica del Tepeyec el próximo día 11 de octubre, al mismo tiempo que se leerá una carta del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que acompaña al citado ramo lleno de significado.
La pandemia por la Covid-19 impidió que la entrega tuviese lugar en el pasado mes de junio pero lo que no ha evitado es que ambas ciudades hermanas continúen unidas por unas rosas y un océano que un día como hoy, vuelven a representar la unión y fusión de culturas.
-Flores desde 1954
La tradición comienza en el año 1954 cuando el entonces alcalde de Madrid, José María Finat, se queda bloqueado en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México por no disponer del aval económico necesario para entrar en el país. En aquel entonces ambas ciudades no mantenían relaciones diplomáticas, pero la Fraternidad Iberoamericana en México supo de los problemas del regidor y le ayudó a solventar dicho contratiempo. Fue entonces cuando Finat, como señal de agradecimiento, prometió enviar las primeras rosas que florecieran en el parque del Retiro de Madrid como ofrenda a la Virgen de Guadalupe en su Basílica.