Desde el 13 de abril, tras el retorno de la actividad en el sector de la construcción, se empezó a observar un aumento de la movilidad, tanto en volumen de tránsito como en la utilización del transporte y ocupación de los espacios públicos.
Teniendo en cuenta esto, así como la «nueva normalidad» en la cual se han retomado múltiples actividades con las medidas sanitarias recomendadas (uso de tapabocas y distanciamiento social), la Intendencia evaluó la posibilidad de aplicar nuevas medidas en materia de recreación y esparcimiento.
Es así que se resolvió instrumentar un nuevo espacio recreativo «sin motores» en la rambla de Montevideo, en la senda Sur (hacia el Este), en el tramo desde Ciudadela a Luis Alberto de Herrera.
Esto implica que en ese espacio solo podrán circular peatones, patinadores y ciclistas, no así vehículos particulares motorizados (monopatines y segway).
La medida, que comenzará a regir desde el domingo 24 de mayo, de 10 a 18 horas, fue producto de un trabajo conjunto entre el Departamento de Movilidad, la Secretaría de Deportes y Recreación y el Servicio de Convivencia Departamental de la Intendencia, que colocarán señalización mediante balizas y vallas, e instrumentarán controles con inspectores a pie, para que se cumpla con las reglas de funcionamiento del nuevo espacio.
Estas reglas de funcionamiento consisten en que se mantenga el distanciamiento físico adecuado entre las personas, vital para evitar contagios o la propagación del Covid-19 y se respeten los límites físicos del espacio.
De acuerdo con el trabajo «Ensayos urbanos para la nueva normalidad» –elaborado por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República y presentado en el Congreso de Intendentes–, en las circunstancias actuales de la pandemia, la situación del país y la ciudad, y también de acuerdo con las experiencias de otros países, se deben generar en el espacio público propuestas espaciales a modo de pequeños ajustes temporales de bajo costo.
«Estas propuestas permitirán un uso responsable manteniendo distancia entre personas y equipamientos, posibilitando interacciones sociales seguras», señala el documento.
Una de estas medidas consiste en el aumento de la superficie del espacio público mediante el cierre temporal de calles, como planea la Intendencia.
La medida debe ir acompañada de un uso responsable del espacio público con distanciamiento físico sostenido.
Lo recomendado por los expertos es una distancia física de dos metros entre personas que permanecen quietas o sentadas, de cuatro a cinco metros entre quienes caminan, 10 metros entre quienes corren o circulan en bicicleta en forma recreativa y 20 metros entre quienes se desplazan en bicicleta a un ritmo fuerte.
La experiencia de este nuevo espacio recreativo será evaluada para ver si continuará todos los domingos como está planificado y si se extenderá a otros espacios públicos, como en las zonas de Prado, parque Rodó y parque Rivera.
También se analizará aplicar una medida similar en la avenida 18 de julio, en conjunto con Grupo Centro, cerrando la calle los sábados en la tarde.
De esta forma se habilitaría un espacio recreativo sin motores con los comercios abiertos hasta las 17 o 18 horas, funcionando como un espacio de compras a cielo abierto, que permitiría a su vez revitalizar el centro de la ciudad.