Madrid, 13 de diciembre de 2018 (ANCI/ONU).- Las 197 partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se reúnen en Katowice (Polonia) en la vigésimo cuarta Conferencia de las Partes sobre el cambio climático (COP24), una cita en la que se espera que cerca de 100 ministros y ministras concluyan las negociaciones para diseñar un plan conjunto y concreto para cumplir de aquí a mediados de siglo con los objetivos del Acuerdo de París suscrito en 2015.
El debate sobre cómo lograr la implementación de los Acuerdos de París tiene varias aristas que están siendo abordadas en el encuentro que finaliza este viernes. Uno de los aspectos centrales tiene que ver con la determinación de qué países deben esforzarse más en la lucha contra el cambio climático.
Por un lado, “se considera que los países industrializados se han beneficiado durante décadas de una economía que no tenía límites en las emisiones de gases de efecto invernadero, y que, por lo tanto, deberían ser los más comprometidos en el esfuerzo mundial para revertir la tendencia”, recoge la ONU en su web. En tanto, existe otra corriente de opinión que sostiene que algunas naciones actualmente en desarrollo tienen emisiones récord y que la responsabilidad debería recaer en ellas en mayor medida.
Otro de los puntos de fricción en la COP24 hace referencia a la aceptación o no de determinadas evidencias científicas para determinar el rumbo de las políticas públicas que afectan a sectores tan importantes como la energía, el transporte y la industria. En ese sentido, el “Informe Especial sobre el Calentamiento Global de 1,5 °C”, elaborado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) -compuesto por cientos de científicos de todo el mundo-, señala que la limitación del aumento de las temperaturas a 1,5 °C para finales de siglo en comparación con los tiempos preindustriales sigue siendo posible, pero requerirá un cambio «sin precedentes» en todos los aspectos de las sociedades actuales. El debate principal en torno a este punto se centra en si el informe del IPCC debe ser «aceptado» o simplemente “tenido en cuenta” `por parte de los Estados.
Asimismo, en la COP24 se está abordando cómo debe ser la financiación para la lucha contra el cambio climático, una batalla que, como recoge el informe del IPCC, requiere cambios sin precedentes. Estas modificaciones implican inversiones en tecnología, infraestructura y formación muy costosas que suponen una barrera para los países menos desarrollados y más vulnerables, que no pueden asumir esos cambios por sí solos.
“En París, los países donantes se comprometieron a movilizar 100.000 millones de dólares cada año en favor de los países en desarrollo a partir de 2020”, recuerda la ONU en su comunicado, pero agrega que aparte de la discusión sobre lo cerca que se está de ese objetivo, también existe “falta de claridad sobre lo que constituye la financiación climática, ya que muchos países informan que parte de su ayuda al desarrollo es ayuda para combatir el cambio climático». “Esta falta de claridad complica considerablemente las discusiones, y las preguntas sobre informes, transparencia y responsabilidad están sobre la mesa”, añade.
En el encuentro de Katowice también se están debatiendo temas más específicos, como la transición a las energías renovables, los impuestos al carbono, la reducción de las emisiones de la industria, las ciudades sostenibles y la resiliencia frente al cambio climático.
El presidente de la COP24 y secretario de Estado del Ministerio de Energía de Polonia, Michal Kurtyka, señaló que en este encuentro están “dispuestos a trabajar con todas las naciones para salir de Katowice con unas directrices de implementación teniendo la certeza de que han servido al mundo y su gente”. «Sin éxito en Katowice, París no será un éxito», agregó Kurtyka en declaraciones recogidas en la web de la ONU.
“Algunos podrían decir que será una negociación difícil. Sé que no es fácil. Requiere una firme voluntad política para comprometerse. Pero, para mí, lo que es realmente difícil es ser un pescador en Kiribati, que ve a su país en riesgo de desaparecer, o un agricultor o pastor en el Sahel que pierde sus medios de vida y pierde la paz; o ser mujer en Dominica o en cualquier otra nación caribeña que sufra un huracán que destruya todo a su paso «, aseguró por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres.