[:es]Madrid, 25 de septiembre de 2018 (ANCI).- El papel de los museos está en plena transformación. El público ha pasado a ocupar un lugar central en el diseño de exposiciones y, en general, en todo el trabajo museológico y museográfico. A la función tradicional del museo de conservar e investigar el patrimonio se le ha sumado otra prioridad: integrar al público en la vida del museo. Se busca una ciudadanía que participe, no meros espectadores, y un museo capaz de responder a las necesidades culturales que marca la Agenda 2030. ¿Los museos de nuestras ciudades están preparados para este reto?
Quito y Madrid han buscado respuestas comunes a esta pregunta (y a otras muchas) en “Museos en Conexión”, un proyecto de intercambio de conocimientos organizado por la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) con expertos del área de museos de ambas capitales. La experiencia ha resultado muy fructífera.
En el mes de abril una delegación de Quito visitó Madrid y en el mes de agosto fue el turno de que un equipo de técnicos del Ayuntamiento madrileño conociera de primera mano los museos municipales de la capital ecuatoriana. Compartieron asuntos administrativos (contratos, perfil de los empleados, etc.), así como otros más directamente relacionados con la museografía (diseño, comunicación y estudio de públicos). Lo hicieron, además, partiendo de museos de temática muy diversa: historia, ciencia, arte…
Paola Escobar, responsable de relaciones interinstitucionales de la Fundación Museos de la Ciudad de Quito, hace una lectura muy positiva de esta iniciativa: “El personal de los Museos que gestiona la Fundación Museos de la Ciudad requiere de la generación de estos espacios, en los que el intercambio de experiencias permite ver similitudes o cosas nuevas en la gestión de museos que se pueden aplicar”.
Mª Concepción González Polo, jefa de la Unidad de Museos y Colecciones del Ayuntamiento de Madrid que ha formado parte de la delegación madrileña en Quito, considera que el trabajo realizado entre ambas capitales “va a redundar en una mejor oferta en los museos” y un acceso a un público más amplio, tanto el que acude habitualmente a los museos como el que todavía no.
En Quito tuvieron lugar varios talleres para aprender conjuntamente sobre la gestión de los museos, la comunicación, el montaje y las nuevas tendencias. Las diferencias entre los perfiles profesionales de los museos en ambas ciudades fue uno de los aspectos tratados. “Nos parece interesante la figura del conservador –afirma Paola Escobar– y en el caso del Planetario [de Madrid] nos llamó la atención que su directora sea astrofísica”.
Por su parte, todos los museos de la ciudad de Quito “tienen un mediador comunitario”, una figura que no existe en Madrid. La figura del mediador comunitario pone de manifiesto una de las grandes diferencias entre los públicos de las dos capitales, como confirma Paola Escobar: “para los quiteños es importante contar con una persona que te da la bienvenida e incluso se requiere de la visita mediada, en Madrid solamente si el visitante lo requiere se le facilita una visita mediada”. Esta diferencia explica los distintos perfiles profesionales que se necesitan en una y otra ciudad.
La mediación comunitaria en este ámbito específico tiene, entre sus objetivos, promover la participación de las comunidades en la gestión de los museos, generando un diálogo crítico entre ambas partes. Paulina Vega es mediadora comunitaria en el Museo de la Ciudad de la capital ecuatoriana y participó en los talleres de Museos en Conexión. Forma parte de un equipo de cinco personas que trabajan de forma autónoma con las comunidades aledañas a los museos (ya que cada museo está anclado en un barrio), grupos de atención prioritaria (GLBTIQ, adultos mayores, niños en condición de calle o de escasos recursos económicos, mujeres y comunidades de artistas).
“Salimos directamente al territorio: barrios, parroquias rurales, escuelas. Invitamos a las comunidades a encontrar en los museos una plataforma para iniciar proyectos de interés común y que vean al museo como parte de un espacio público para accionar iniciativas propias”.
“La idea no es captar público para llenar las salas –aclara Paulina Vega–, el vínculo con el museo y sus exposiciones es a largo plazo, se visita el museo con las comunidades, se pone en tensión el espacio y sus temáticas y a partir de ellas se procura un vínculo o se disponen salas y espacios específicos para el accionar directo de estos grupos”.
Mª Concepción González coincide en que llenar las salas no es un objetivo en sí mismo, sino que se trata más bien de propiciar que el visitante pueda experimentar sensaciones, ya que, ante todo, “un museo es un centro de experimentación”. A su juicio, el marketing es necesario no tanto para lograr las colas enormes que son la imagen habitual de algunos grandes museos de todo el mundo, sino para “dar a conocer el museo, para que la gente sepa lo que va a ver y pueda elegir”.
Desde el punto de vista del diseño, otro de los ejes temáticos en el marco de Museos en Conexión, destacó el gran nivel de los museos quiteños. Mª Concepción González considera que tanto desde el punto de vista estético, como sobre todo educativo (para ayudar a hacer más comprensibles las piezas), el diseño de los centros de Quito tiene gran calidad, sobre todo pensando en “el público con necesidades especiales, porque tienen dificultades con el lenguaje o proceden de otras culturas… Para eso el diseño es muy importante”.
Respecto al uso de la tecnología, la museografía del Museo de San Isidro de Madrid fue una de las más valoradas. Los técnicos ecuatorianos apreciaron especialmente la aplicación de la tecnología para hacer más didáctica la visita a un museo arqueológico, concretamente mediante vídeos que muestran cómo se usaban ciertas piezas en el marco de culturas ya desaparecidas.
La metodología de los talleres también ha recibido elogios de los participantes. En el caso de los talleres celebrados en Quito, Mª Concepción González valora especialmente “que fueran jornadas abiertas a los museos de otras administraciones y a estudiantes de distintas disciplinas”. Además, asegura no sin cierta emoción, “nos ha gustado mucho el intercambio de afectos, nos hemos sentido queridos y acogidos”.
Pocas semanas después de finalizado este proyecto encontramos otro indicador de sus buenos resultados: seis técnicos de la Fundación de Museos de la Ciudad de Quito han solicitado realizar una pasantía en los museos municipales de Madrid (Museo de Arte Contemporáneo, Museo de Historia, Museo de San Isidro y Planetario), en esta ocasión como parte del programa de cooperación Ibermuseos.
Museos en Conexión es un ejemplo del trabajo que promueve la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, en este caso dentro del Programa de Cooperación Integral entre Madrid y Quito. Este proyecto partió de una demanda de las autoridades quiteñas con el objetivo de fortalecer la cultura en la construcción de ciudades sostenibles, en el marco de la hoja de ruta planteada por la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana. ANCI[:]
Programa de rehabilitación y Vivienda del Bañado Sur
Programa que busca mejorar la calidad de vida en el Bañado Sur mediante la construcción de 1500 viviendas en una zona inundable, aplicando técnicas sostenibles y adaptadas al contexto local.