[:es]Las Alas de México vuelan en San José de Costa Rica[:]

[:es]Madrid, 7 de agosto de 2018.- Ciudad de México y San José de Costa Rica están más cerca que nunca. La escultura “Alas de México”, obra del artista mexicano Jorge Marín, forma parte ya del paisaje urbano de la capital costarricense y es el símbolo del vínculo de dos ciudades que han decidido fortalecer sus lazos por medio de la cultura.
La escultura, que fue presentada al público el pasado 1 de agosto en el Parque Morazán de San José, es una donación conjunta de Jorge Marín y el Gobierno de la Ciudad de México. Estas enormes alas de bronce forman parte del programa municipal que promueve el arte en espacios públicos, que está apostando por obras artísticas cercanas, con las que el espectador puede interactuar.
San José es la primera ciudad iberoamericana (después de la propia Ciudad de México) en recibir estas emblemáticas alas, que ya están de forma permanente en otras siete ciudades del mundo: Tel Aviv (Israel), Berlín (Alemania), Singapur, San Antonio (Estados Unidos), Quebec (Canadá), Nagoya (Japón) y Los Ángeles (Estados Unidos).
Además de estas sedes estables, Alas de México ha viajado a cerca de 20 ciudades de todo el mundo en forma de exposición urbana itinerante. Sus próximos destinos son Madrid y La Haya.
Un icono del arte urbano
Hoy día las Alas de México son muy populares porque allá donde van atraen a un montón de curiosos, sin embargo su salto a la fama fue bastante azaroso. En 2010, Jorge Marín instaló una exposición con 13 de sus obras en Ciudad de México. Con todo casi preparado, se dio cuenta de que le faltaba una obra y decidió echar mano de un par de alas que tenía abandonadas en su estudio de un proyecto que nunca vio la luz.
Inesperadamente, las alas se convirtieron en las protagonistas de la muestra y miles de personas hicieron cola para fotografiarse con ellas a la espalda. Desde entonces permanecen en el mismo lugar, reproduciendo un fenómeno que no ha cesado, y que dio paso a un proyecto de donación de otras esculturas idénticas a diversas ciudades del mundo, en unos casos con carácter permanente y en otras, como exposición temporal.
La reacción popular se repite allá donde van: desde Shanghai a El Cairo, pasando por Bakú, miles de curiosos quieren disfrutar de la experiencia de posar ante esas enormes alas de bronce y compartir su imagen alada través de las redes sociales, multiplicando así el valor simbólico de la obra.
Esta obra de Jorge Marín se ha convertido en un caso paradigmático de cómo el arte puede transformar el espacio público y la forma de relacionarnos con el arte fuera del recinto de un museo o una galería. Según destacó en la presentación de la escultura en San José, Alas de México “traza nuestra relación con el mundo, siempre en busca de la libertad”.
Con más de 260 exposiciones individuales y colectivas en cuatro continentes, Jorge Marín ha creado seres alados, balsas, animales y otras formas de bronce, algunas monumentales y otras de pequeño formato, para despertar conciencias a través del arte y para promover la reflexión acerca de nuestras sociedades. ANCI
Fotografía: De izquierda a derecha, el escultor Jorge Marín; Johnny Araya, alcalde de San José, y Cuauhtémoc Cárdenas, coordinador general de Asuntos Generales del Gobierno de México.[:]