[:es]Madrid, 21 de abril de 2017.- La violencia de género es un gran problema social desde hace muchos años. La falta de medidas desde las instituciones con poder para hacer frente, los pocos recursos utilizados en ocasiones y el miedo que muchas mujeres tienen a ser reprendidas por denunciarlo, son algunas de las causas principales de que este problema persista en el tiempo. Trabajar desde los gobiernos en una nueva estructura que aborde cuestiones como la educación o la revisión de las políticas jurídicas es básico para erradicar esta violencia, tal y como han explicado los ponentes de la mesa de Violencia de género, celebrada hoy en el marco del I Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz, que ha moderado Emilia Sáiz, del Secretariado Mundial del CGLU.
El acto ha comenzado con dos presentaciones para luego dar paso al debate. Primeramente ha tomado la palabra Patricia Guerrero, de “Ciudad de las mujeres”, que se encuentra en Cartagena (Colombia): “La organización surgió para recoger a las mujeres de la situación que estaban de riesgo y desprotección. Estas mujeres estaban sin vivienda ni siquiera, en situación marginal y así surgió “Ciudad de las mujeres”. Respecto a lo que han conseguido, Patricia ha explicado: “Ahora mismo tenemos más de 100 vivienda y muchas mujeres han mejorado su situación. Es un espacio de resistencia y de respeto a los derechos de las mujeres en nuestro país, Colombia”.
A continuación, ha tomado la palabra Nice Nailantei, embajadora contra la mutilación genital y originaria de Kenia: “Soy activista y me dedico a esto por las injusticias que viví cuando solo era una niña. Debemos elevar la voz y luchar contra estos problemas, no hay que callarse”. Además se ha referido al género masculino como clave para cambiar las cosas: “Los hombres deben ser también partícipes de esta lucha, es muy importante”. También ha destacado que a través de su trabajo han conseguido la escolarización de miles de niñas: “Las mujeres tienen que ser educadas, empoderadas…solo así pueden hacer algo por sí mismas y tomar decisiones”. Además, le han preguntado por su atuendo, típico de Kenia: “Mi atuendo tiene el simbolismo de preservar nuestra cultura y darle valor. No todo es malo, hay que preservar lo que tenemos bueno y estos trajes son maravillosos”.
Tras estas dos ponencias se ha dado paso a las seis participantes del debate, tomando primeramente la palabra Carmen Magallón, de la asociación Women´s International League for Peace and Freedom: “Las mujeres tenemos una tradición de femenismo pacifista que busca transformar como se rige el mundo. Las mujeres son capaces de generar otras visiones, otras salidas… así ha sido a lo largo de la historia. Dejemos de mirar a las mujeres como víctimas y digamos al mundo que escuchen a las mujeres y sigan sus pautas. El feminismo ha logrado visibilizar esta violencia, ha conseguido muchas cosas”. Más tarde, en el turno de preguntas, ha añadido: “Hay mucha violencia machista en nuestro día a día que aunque sea simbólica debe preocuparnos. En las expresiones, en la publicidad, en la cultura o en los medios de comunicación. Todos tenemos una responsabilidad”.
El siguiente turno ha sido para Celia Mayer, Concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Madrid: “Muchas veces no somos capaces de comprender las causas de la violencia de género. Creo que desde las instituciones nos lo tenemos que plantear porque hay que enfocar las políticas a resolver este gran problema. Las mujeres, pero también los hombres, deben de estar concienciados y luchar contra esta situación”. Preguntada por el poder de las instituciones para poner soluciones ha explicado lo siguiente: “Los ayuntamientos tenemos un rol muy importante que es la proximidad. Debemos formar y dar instrumentos porque somos una herramienta clave para prevenir. Hay que ser capaces de crear recursos para los desplazados. En Europa tenemos el problema de los refugiados y no hay políticas suficientes para atender a estas mujeres”.
El papel fundamental de los ayuntamientos e instituciones políticas ha sido también el eje principal de la intervención de Dolors Sabater Puig, Alcaldesa de Badalona: “Tenemos tanta capacidad de hacer cosas desde los ayuntamientos que lo que hay que pedir es que nos dejen hacerlo. El estado español limita muchas veces el ámbito de actuación y es preocupante que después de tantos años de políticas de igualdad vamos a peor en vez de progresar. Hay que cambiar una estructura, no sirve con parches”. Otra clave para la alcadesa badalonesa está en los recursos económicos: “Las consecuencias de la crisis han afectado a las mujeres porque las políticas han cambiado y eso ha tenido un impacto directo sobre el progreso de las mujeres. Lo que no puede ser es la invisibilidad de la violencia de género, hay que educar para acabar con esta lacra”.
Por su parte, la colombiana Cristina Vélez ha querido incidir en la importancia de la política para luchar contra la violencia de género: “Hay que aprovechar el poder de las instituciones para cambiar cosas. Por ejemplo, en Colombia, cuando la legislación es nacional la posibilidad de cambiar cosas es mucho mayor. Hay que dejarle claro a las mujeres que estamos trabajando para que reciban las mayores ayudas posibles, al final todo tiene un trasfondo político que hay que seguir trabajando desde la transversalización”.
La penúltima debatiente ha sido Urika Richardson, Coordinadora Residente de Naciones Unidad en Cabo Verde: “Yo soy Sueca y vengo de una familia muy feminista. Todas estas medidas que estamos hablando con el objetivo de la igualdad son estrategias para vivir en paz. Una de cada cinco mujeres tienen una experiencia de violencia de género. Por suerte, en los últimos años se está hablando de este problema. Las mujeres, cada vez más, se sienten con poder para hablar de este problema”.
Para finalizar la sesión ha tomado la palabra Purificación Causapié, Portavoz del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Madrid: “Todas coincidimos en que la violencia es un instrumento de dominación que tiene la sociedad machista. La violencia de género se produce en las ciudades y el combate contra esta violencia debe partir de un pacto social. Desde la honestidad debemos responsabilizarnos y plantear medidas valientes, tenemos que ser contundentes. Creo que no se está haciendo lo suficiente desde el gobierno para ayudar a esas mujeres que están golpeadas en todos los sentidos. Hay que combatir el tráfico de mujeres. Madrid está lleno de mujeres traficadas y desde las ciudades hay que poner remedio a esto. Es importante no solo hablar de los problemas sino resolverlos”.
El I Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz celebra hoy su tercera y última jornada en Madrid.[:]
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