Asunción, la resilencia como un asunto humano

Conócela, asúmela, entiéndela. Así habló de la ciudad Gustavo Candia, asesor de proyectos estratégicos de la Municipalidad de Asunción, y estos son los retos que impuso para alcanzar una ciudad resilente y sostenible.
Candia narró la continuada expulsión de la clase media que ha vivido la capital en tiempos pasados y dibujó una urbe dividida en dos, en la cual ambas partes están forzadas a convivir: la formal y la informal, los bañados, zonas donde, popularmente, se asegura que el único dueño es el río. En este contraste, ve cómo emergen o se amplifican asuntos de inseguridad o de saneamiento, la discriminación y una hilera de problemas que muestran cómo la resilencia, la sostenibilidad, tienen retos humanos. En este contexto crecen los retos del gobierno local y los reclamos que se hacen a este.
La problemáticas que albergan estas zonas a la orilla del Magdalena, por ejemplo, no son un asunto que pueda asumir solo la ciudad, como reconoció Candia. Se requieren acuerdos con el Gobierno central y con la ciudadanía. La capital ha conseguido establecer una mesa de negociaciones y trabajo estable con el Gobierno Central que han posibilitado medidas de apoyo en casos de emergencia. Además, los habitantes de El Bañado tienen voz, así lo destacó el paraguayo, quien también consideró que la inversión en las inmediaciones de la zona mejoraron la percepción de la parte ‘informal’.
Así, desde Asunción, Candia deja un mensaje claro en pos de trabajar por una resilencia urbana y humana, que permita vivir la ciudad, que permita ejercer el derecho a la ciudad a quienes la crean, que permita conocer y mejorar Asunción.