Cádiz usa el silencio para gritar contra la violencia de género

Sellar los labios para abrir los ojos. Mediante un minuto de silencio por cada víctima de violencia machista, el Ayuntamiento de Cádiz aspira a hacer visibles estas tragedias.
Solo en España, este 2016 ya cuenta con más de una treintena de vidas truncadas a manos de personas con las que llegaron a convivir, en las que llegaron a confiar e incluso a amar. Ante esta cifra, el Ayuntamiento de Cádiz lamenta que la realidad haya hecho que su iniciativa, que perseguía evitar que la muerte de estas mujeres fuera invisible y mostrar el rechazo de las autoridades a esta realidad, haya sido demasiado frecuente.
Al llevar el silencio a los espacios públicos, concretamente a las puertas del Ayuntamiento de la ciudad, se pretende «sacar de las cuatro paredes» un problema que, «aunque se perciba como ajeno», a la luz de las cifras deja de ser privado para ser público. Solo en esta urbe, han sido atendidas a través de un número para emergencias a 143 eran víctimas de violencia de género en 2015; en 2016 ya son 152, según datos de la Fundación de la Mujer de Cádiz.
Del acto a la acción
Además de hacer visible el problema mediante actos simbólicos como el minuto de silencio, desde esta ciudad española se trabaja en un Protocolo para apoyar a las víctimas de la violencia machista, tanto a la mujer como a los hijos que han sufrido el ambiente en el que se produce y sufre el maltrato.
Por otro lado, se pretende llevar esta realidad a los colegios mediante el programa de coeducación ‘ Escuela de Igualdad’ donde mediante dinámicas lúdicas se trabaja con niños de cinco años para hacer del lugar donde se aprende «un espacio libre de prejuicios y estereotipos sexistas; un lugar que proporcione modelos de relación desde la igualdad y el respeto a las diferencias e individualidades de cada persona».