2000-1990 

Construir un futuro para reivindicar nuestro pasado

Integrar los pueblos y las culturas de Iberoamérica. Reconocer sus múltiples expresiones socioculturales. Promover la diversidad de su riqueza patrimonial y proyectarla al mundo. Democratizar la cultura. Con esa misión, en 1990, en el marco de la Declaración de la Ciudad de México, se constituye el Comité de Cultura de la UCCI, del que surge el galardón Capital Iberoamericana de la Cultura. Es el primer paso para construir un futuro que reivindique el pasado.

Desde 1991, el galardón Capital Iberoamericana de la Cultura se concede cada año a una ciudad miembro de la UCCI que, durante ese tiempo y con vocación de continuidad, organiza un programa de actividades destinadas a promover la diversidad cultural iberoamericana, el diálogo intercultural y la cooperación entre las distintas capitales. Una acción de desarrollo local que se proyecta al mundo. Además, el galardón pone en valor la riqueza del portugués y el español como elementos de integración regional.

A partir de 1994, este reconocimiento se complementa con el de Plaza Mayor de la Cultura Iberoamericana, que contribuye al desarrollo, hermanamiento e integración de las ciudades; y, desde 2008, con el de Capital Iberoamericana del Carnaval, para promover esta fiesta como homenaje a las tradiciones afrodescendientes de la comunidad iberoamericana.

Desde Bogotá hasta Río de Janeiro, pasando por Buenos Aires, Santiago de Chile, Managua, Lisboa, Montevideo, La Habana, Madrid y La Paz, las capitales galardonadas durante la primera década reconocen, entre otros aspectos, la necesidad de abrir el espacio público a la cultura, de formar a los gestores culturales y descentralizar la cultura para acercarla a toda la población; destacan su papel como motor de desarrollo económico y la importancia de favorecer la cooperación entre administraciones públicas e iniciativa privada para potenciar la industria cultural. A través de las acciones de las capitales, las culturas nacionales se enriquecen y profundizan en el intercambio y conocimiento de otras culturas. Apoyar las artes es fomentar la creación, compartirla y difundirla: la cultura es de todos y para todos. 

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