Un año más, la directora general de la UCCI, Ana Román, hizo entrega de las rosas del Parque del Retiro a la tripulación de Iberia para fuesen trasladadas desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a la Ciudad de México.
Esta tradición, que ya cuenta con 69 años de historia, sirve como lazo de unión y hermandad entre ambas ciudades. Una vez en México, las rosas fueron recogidas por el presidente de la Fraternidad Iberoamericana A.C. (FIA), Fabián Maguey Ramírez y la reina FIA de Charros del Pedregal, Brianda Pereznegron, para posteriormente trasladarlas a la Basílica de Santa María de Guadalupe como ofrenda a la Virgen.
El origen de esta tradición surge en 1954 cuando el entonces alcalde de Madrid, José María Finat, se queda bloqueado en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México por no disponer del aval económico necesario para entrar en el país. En aquel entonces, ambas ciudades no mantenían relaciones diplomáticas, pero la Fraternidad Iberoamericana en México, sabiendo del contratiempo, le ayudó a entrar en el país. Fue entonces cuando Finat, como señal de agradecimiento, prometió enviar las primeras rosas que florecieran en el parque del Retiro de Madrid como ofrenda a la Virgen de Guadalupe en la Basílica del cerro de Tepeyac.